Un tipógrafo no sólo es el diseñador de fuentes
tipográficas, sino también aquel profesional que
proyecta sobre el papel los textos que darán forma
a un impreso. El tipógrafo Mauricio Amster
es considerado como uno de los diseñadores cuyo aporte
estético, técnico y pedagógico fue determinante para
la renovación y evolución de las artes gráficas
en España y Chile.
Mauricio Amster nace en 1907 en el pueblo de
Lemberg, Polonia. Tras una frustrada temporada
de estudios artísticos en Viena, Amster se traslada
en 1927 a Berlín donde estudia “Comunicación
Gráfica, Tipografía y Diseño de Ediciones” en la
Escuela de Artes y Oficios Reimann. En su libro
Las Escuelas de Arte de Vanguardia 1900-1933,
Hans Wingler describe el entusiasmo con que esta
institución adhirió y difundió las ideas de vanguardia
inspiradas principalmente en las experiencias y
métodos pedagógicos de la Bauhaus.
En una Alemania que todavía sufre las repercusiones
de la I Guerra Mundial y con la Revolución Rusa
como telón de fondo, Amster es testigo directo de
uno de los períodos más intensos en el desarrollo
de la tipografía del siglo XX.
Sus estudios coinciden con la etapa de
consolidación de la tipografía moderna: los
experimentos tipográficos de Herbert Bayer y su
tipo “universal”, el diseño racional y geométrico
de la tipografía sans serif Futura por Paul Renner
y la publicación en 1928 de Die neue Typographie
de Jan Tschichold, este último texto fundamental
en la difusión de los nuevos conceptos de la
tipografía moderna. La diferencia fundamental
entre tipografía tradicional centrada y la moderna,
según Tschichold, radica en que una es pasiva y la
otra activa, aunque no necesariamente agresiva.
La asimetría y el contraste proporcionan la base
de la tipografía moderna.
Mientras Amster se instruye en las técnicas
tradicionales de impresión, comienzan a verse
en la industria gráfica alemana los resultados de
las experimentaciones con nuevos procesos de
reproducción como los collages, los fotogramas
de Lazlo Moholy-Nagy, El Lissitzky y Man
Ray, y los fotomontajes de Kurt Schwitters,
Hannah Hoch, Alexander Rodchenko y John
Heartfield, los que le permitirán poseer un
amplio conocimiento de las técnicas de impresión,
conciliando recursos tradicionales e innovadores.
Dentro de estas técnicas, el fotomontaje influirá
fuertemente la posterior obra de Amster.